jueves, 17 de junio de 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Vuelve



Vuelve. Canción que canto con Ney, en un tema extra de su maqueta Puzzle de tres piezas que podeis descargar en la dirección a continuación.

Instrumental de Guarny.
Grabado en El último refugio.

viernes, 4 de junio de 2010

Nuestro diario

Te diriges hacia el lavabo después de revolverte brevemente entre las sábanas. Aunque sabes que vas mal de tiempo, no pareces tener prisa alguna releyendo mensajes sin importancia en tu teléfono móvil mientras orinas. Tras echar una ojeada al espejo decides que tu cara recién enjuagada es más que suficiente para afrontar este día que se avecina, y realmente, tu belleza no necesita adornos.
Pones a calentar la leche y aprovechas para cambiarte. Te pones lo primero que encuentras. Coges el bolso con las cosas ya preparadas desde ayer y de un trago te bebes la leche, ya templada.
Como cada día, el trayecto se sucede de un modo más bien automático. Encuentras tu hueco en el vagón de metro y te amoldas a él para dejar pasar el trayecto más dormida que despierta.
Entras en la facultad con la respiración acelerada, pero afortunadamente llegas a tiempo para entrar a prácticas. Saludas a tus compañeros que ya están en la puerta. Alguno se pone nervioso con tu presencia. Sabes que más de un chico te desea desde el primer día, pero te haces la tonta. Prefieres hacer como que no sabes nada para hacerlo más fácil.
La jornada en clase termina con alguna hora libre entre clase y clase. Un día más coincides en que estás a gusto con tu grupo, y tus compañeros hacen que todo sea mucho más llevadero. Cuando vas hacia casa para comer, una amiga te pide que te quedes con ella para adelantar un trabajo, y al no tener asuntos pendientes, accedes. Coméis en un restaurante chino que hay en una calle paralela a la facultad. Habláis de vuestras cosas y tras pasar un rato al terminar de comer sentadas en un banco de los jardines viendo pasar a la gente, decidís entrar en la biblioteca para hacer el trabajo.
Os despedís donde vuestros caminos se separan. El cielo ya está oscureciendo. Las farolas ya están encendidas. El metro que tomas no lleva demasiada gente, y te sientas para devorar el libro en el que ahora estás enfrascada.
Entras en casa aún con el libro en la mano. Dejas el bolso en el suelo y vas directa a la ducha. El vaho inunda con rapidez el servicio, y te quedas disfrutando un rato del agua caliente.
Te pones el pijama para estar más cómoda. La noche ya ha caído, y decides que ya has hecho suficiente por hoy. Preparas las cosas para el día siguiente mientras escuchas música del ordenador. Revisas el correo, tienes un par de conversaciones superficiales con gente que hace años que no ves y actualizas tu blog.
En la televisión no hay nada que te llame especialmente la atención, así que te tomas tu cena ligera mirando sin mucho interés un programa al azar.
Bostezas. Miras el reloj y ves que al final, sin quererlo, se te ha vuelto a hacer tarde. Dejas los platos en el fregadero y decides que ya fregarás mañana. Te lavas los dientes y te metes en la cama no sin antes asegurarte de que has dejado todo apagado y bien cerrado. Tu pecho poco a poco va regulando el ritmo de tu respiración. No tardas en caer en un sueño profundo.


No lo entiendo.
¿Es que acaso no me oyes llorar?