domingo, 26 de diciembre de 2010

Imposible



Mientras reculo y pienso en poner otra pared
los ruidos me llegan,
así que
alcanzaré la orilla siempre que no haya tiburones,
¿no lo entiendes?
Yo nunca me quise ahogar.
Hay más niebla entre nosotros que futuro.
Tengo hambre de respuestas, pero miedo a preguntar.

Tantas cosas que me quedan por borrar de nuestra lista...
Tantas listas por borrar...

Y tuviste que venir tú y hacer que todo pareciera posible.
Precisamente tú,
ahora que te has vuelto imposible.

martes, 21 de diciembre de 2010

La peste de los ángeles

Ver,
que todo ha cambiado demasiado.
Que los escombros siguen siendo escombros, y que este pestazo a ángeles no se amortigua con la distancia.
Ver que ya no te importa, que llegué un segundo tarde, o demasiado pronto, que es casi lo mismo. Que aquello que odiaba de tí es lo que extraño.

Sigue lloviendo y ya no quieres mojarte tanto.
Tengo mil canciones para tí. Solo déjame tocarte.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Un foco


Abres los ojos y te encuentras con un foco apuntándote directamente.
Digamos que la función ha empezado. Pongamos que todo el mundo está ya sentado, mirando hacia la figura iluminada por dicho foco.
No necesitas saber cuánto han pagado para estar ahí ese día en ese momento. Están. Están porque quieren ver qué haces.
Cierras los ojos para enfocar mejor hacia la multitud.
No puedes decir a ciencia cierta si les reconoces o no. Ellos, sin embargo, te miran como si hubieseis compartido cenas, desayunos, camas, duchas, secretos...
Miras el foco, que puede ser un calentador, un flexo, una hoguera, un cartel a la entrada de una librería, la televisión, el monitor del televisor, la pantalla del teléfono móvil...

Las butacas se vacían sin prisa.
Se rellenan para la siguiente sesión.
Tú sigues frente a esas luces de neón, ese intermitente de coche, esos Leds, ese diario en llamas.
Cambian los personajes, pero se mantiene el atrezzo.

jueves, 21 de octubre de 2010


She isn't real.
I can't make her real.

Hasta qué punto pude equivocarme contigo?

martes, 19 de octubre de 2010

domingo, 17 de octubre de 2010

Luna llena

Si querer es poder, no quiero volver a verte.
Hoy es otro de esos días que no estarán en mi diario.
Ya que casi me bastó con esa ausencia de respuesta
quiero verme de lejos;
a más distancia, menos daño.

¿Qué coño he hecho con mi musa?
Extraño,
he visto más eclipses de sol que lunas llenas.

viernes, 1 de octubre de 2010

In progress


Uno de nosotros será comida a punto de estropearse.

domingo, 5 de septiembre de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

Solo

Lo he tirado todo.
Con la cara pegada al precioso cesped de esta colina en medio de la ciudad,
junto este penetrante olor a orín
me he dejado caer,
rodando,
para comprobar dónde puedo llegar.
Aqui, donde el frío es más frío,
pero los silencios más ruidosos,
donde me empeciné en encadenarme
con esta mezcla de musgo y óxido.
Aquí se sienta inerte, como otra más de sus estatuas cubiertas de líquenes.
Infesto,
más marchito que maldito.
Más vacío que incompleto.

No lo entiendo.
Nunca es suficientemente atrás como para empezar de cero.

martes, 10 de agosto de 2010

Despierto

Despierto.
Antes de que pueda incorporarme, caigo de nuevo, clavando las rodillas en un suelo arcilloso, levantando una nube de polvo de un marrón apagado.
Es todo cuanto puedo ver hasta que vuelvo a despertar.
Esta vez, lo primero que hago es parpadear un par de veces. Luego, lentamente, llevo mi mano al costado, la fuente de donde emana este un dolor inhumano. Muevo mi mano llena de barro frente a mis ojos, dejando detrás un cielo de un color verde azulado. Justo entonces veo una sombra que se acerca, pero antes de poder descodificarla, me desvanezco.

Sonrío al despertar esta vez. Veo tu cara preocupada. El dolor ha disminuido, de modo que puedo incorporarme y me abrazas. Estás preciosa bajo esta luz verdosa.
Mientras comemos algo que has encontrado cuando yo yacía inconsciente, me dices que llevo así casi dos días, que al principio te asustaste. Tu camiseta está llena de sangre. No te separaste de mí hasta que no te aseguraste de que mejoraba.
Te amo.

Me explicas que desconoces dónde estamos, que apenas te has aventurado a explorar el lugar, pero claramente estamos lejos de La Tierra. Hasta donde nos alcanza la vista, solo hay cielo y horizonte. No me explicas cómo, pero sabes que lo que pensábamos que eran piedras, parecen sustituir al agua en nuestro organismo. No me interesa saberlo. Quiero abrazarte e irnos, pero me pides que descanse. Mañana andaremos hasta donde podamos.

Las noches son terribles. No se cómo has aguantado sola estas noches. El calor se vuelve asfixiantemente húmedo y por todos lados nos rodean unos sonidos acuáticos que arañan el aire. Apenas pegamos ojo. Los desgarros empiezan a silenciarse justo cuando el cielo empieza a volverse verdoso. Entonces avanzamos hasta un extraño lugar. Me pides que espere lejos. A los 20 minutos vuelves. Me pides que te abrace. Me pides que volemos.
Cierro los ojos.

Despierto.
Me asusto. Soy incapaz de localizar el cielo. Me siento pesado, acolchado.
Cuando te acercas a mi, sonries. Besas mi mano y dices que estamos en un lugar precioso. Me traes algo parecido al agua que tiene un sabor demasiado confuso, pero dos sorbos bastan para renovarme. No tardo ni una hora en estar como nuevo.

Realmente es precioso. El suelo es verde, como acolchado, como inflado. Es como una especie de red enorme flotando en algo demasiado sólido como para hundirte, pero demasiado líquido como para creer que es suelo. Cuando pregunto por el cielo, me dices que sigue arriba, pero que está tapado por esa especie de techo que cubre cuanto podemos ver. El terreno tiene numerosos accidentes, pero en conjunto, parece más un castillo inchable que un desfiladero. Mientras comemos, te digo que el techo se mueve. Hay cosas flotando en él. Más que cielo parece un gran océano turquesa. Sonríes y me besas.

Curioseo con el suelo mientras espero que vuelvas. De nuevo me has dicho que espere. Te veo venir al rato, sucia y cansada. Te pregunto si ha pasado algo, si estás bien, y me respondes con algo que no entiendo. Me dices que te abrace. Me dices que sigamos volando.

Realmente no se si estoy despierto, si he abierto los ojos. Grito tu nombre, pero no oigo respuesta. Hace frío, así que tanteo en busca de refugio, pero todo parece demasiado liso. Desesperado, cabo un hoyo en el suelo. Me lleva más de dos horas, pero la tierra se quita con facilidad. Es más orgánica que a la que estoy acostumbrado. Me cubro como puedo hasta el cuello. La tierra está caliente. Tengo miedo de dormirme, pues en esta oscuridad te perdería cuando volvieras y no me encontrases.

Se ha encendido algo luminoso sobre mi cabeza. No pueden ser estrellas, ya que son alargadas. Parecen tubos fluorescentes naturales. Ahora puedo ver que estoy en lo más parecido a lo que concibo como vacío. Paso un par de horas más enterrado hasta que veo tu silueta. Salgo como puedo de mi cobijo mientras te acercas. No dices nada. Te abrazo para poder volar e irnos de aquí.

Salgo empapado de este sucedáneo viscoso del agua. En cuanto llego a tierra firme me tumbo boca arriba y tomo aire. Me duele el costado. Mi cuerpo retorciéndose deja su silueta en el fango. Cuando me he tranquilizado y mi pulso se normaliza, miro mi ropa, y soy incapaz de recordar cuál era su color original. No me importa el color del cielo. Hay luz y busco tan lejos como puedo, pero no hay ni rastro de ti. Dejo que pase el tiempo con los ojos cerrados.

Despierto.
Aun no has llegado. Algo ha cambiado, pero no sabría decir qué. Permanezco sentado y evalúo hasta qué punto ese líquido viscoso puede ser potable, pero termino decidiendo que no tengo sed. Intento incorporarme. Digo intento porque mi tronco inferior parece adherido al suelo. En el intento resbalo y caigo de lado, abriéndome una herida. Hacía tiempo que no veía nada tan rojo como la sangre. Intento moverme, pero empiezo a no sentir mis extremidades. Asustado, decido esperarte.

El cielo tiene un brillo intenso, pero no parece que este llegue hasta la superficie, que cada vez se apaga más. Poco a poco me he ido incorporando, pero la sensación que tengo es de estar hecho de porcelana. Tomo un punto de apoyo y empujo con todas mis fuerzas. En mi euforia no me doy cuenta de que me he destrozado una pierna. Se ha deshecho como ceniza. Grito. Lloro. Ven, por favor, quiero irme de aquí. Intento mantenerme en pie, pero me quema el cuerpo. No se volar sin abrazarte. Ven, por favor.

Despierto.
Lo primero que hago es tocarme la pierna por debajo de la rodilla, pero solo encuentro gravilla. Me derrumbo. Es la primera vez que vuelo sin ti. No tengo ni idea de dónde puedo estar y no me importa. Aprieto la gravilla hasta me duelen los huesos de las manos. Me arrastro hasta encontrar un punto de apoyo y me incorporo llorando. Maldigo como si creyese en algo y por primera vez, empiezo a odiarte. Tengo que andar dando saltitos con el único pie que me queda. Noto que esas piedras se mueven, pero no me importa.

Noto que esas piedras me muerden, pero no me importa. Me dejo caer y cojo unas cuantas para verlas más de cerca. Sonrío. No van a dejar nada de mi. Me tumbo sobre ellas y cierro los ojos. Me desvanezco.

Despierto.

miércoles, 28 de julio de 2010

Me llaman El que quiere ser.
Ilusos.
Soy El que no tiene.

miércoles, 21 de julio de 2010

martes, 13 de julio de 2010

Orquídeas

Habrá un formato en el que encaje.
A mí,
que ya dejé de ser feliz con los detalles
y que no me basta ver cómo no me necesitas,
cómo me mueven como otro peón al que sacrificar.
Sujeto entre claveles y canales.
Con el cuerpo más cansado,
más vacio desde que opté por ignorarles.
Caminaré como caminan los perdidos
y justo antes de morir de hambre, comeré.
Comeré hasta hartarme.

Son pulsátiles
como el agua de este océano.
Siguen cayendo las orquídeas que quisieron engañarnos
y
decirnos que todo es posible es ganar tiempo.
Hasta que nada cure el daño que
han estado obligándonos a hacernos.
Dejemos atrás la orilla, nademos hasta estar
meciéndonos con monstruos que nos ven como piojos.
Donde estemos más agusto.

Sobre el fin sabré
que no estoy invitado,
que no soy bienvenido.
Tendré mi hueco,
haré mi nido,
haré mi ruido en silencio y miraré.

jueves, 8 de julio de 2010

Hasta que se apaguen los focos (II)

Y que cualquiera que me haya visto en estos prados homogéneos
donde no soy más que otro que
agacha la cabeza
pero que vive más que nadie,
que quema más que arde,
que se cierra desde dentro desde que está lleno aire limpio,
verá el suicidio de las hojas en otoño como un fraude,
como un solsticio de luna,
un sucedáneo de arte
y me mancharán las manos con el fango de sus carencias.
Con más ganas de luz que de evidencias.
Porque hay tanto ruido rosa
como agua estancada.
Hay sombras que se arrojan como si pudieran dar la cara,
y he llegado a ver esas estrellas que palpitan,
que retozan agonizando en esta cuna de alambres y gritan en frecuencias que tan solo yo me digno a oir.
Que hasta las plantas gimen como hubiera algo que pedir.
Aparte,
este azufre incandescente sigue cayendo incansable.
Hasta que se apaguen los focos.
Hasta que grite más que nadie.

domingo, 4 de julio de 2010

Hasta que se apaguen los focos

Hay miedo,
por eso sé que sigo aqui esperando
en esta burda imitación de vida que han dado.
Agacharé mi testa detestando a los que puedan verme
mientras sus manos me humillan y mancillan lo que hay de beber.
Y siento el viento,
como patadas en mis costillas que a cada aliento hace bola y saca sus espinas,
y entonces
surgen como exclavos amarrándose los sueños y sonriendo a ambos lados
mientras se lavan las manos.
Riegan las cosechas con ceniza y polvorín,
las mismas llagas en sus oídos que en su ansias por huir.
Que no son más que aquella sombra tililante en el ocaso
donde un sol de brillo enfermizo hace todo por pasar de largo.
Largo!
Aqui no hay nada que ver.
Quería ser lo suficiente para poder llorar por algo
y seguir saliendo a flote sin tener que aprovecharme de sus esperanzas vanas en un futuro falso.
Porque pido por esta boca
pero solo me escuchan locos.
Relevándome a extraño
seré la envidia de otros.
Por mi
seguiré odiando a gordos en esta época d vacas flacas,
seguiré asintiendo en silencio hasta que se apaguen los focos.

jueves, 17 de junio de 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Vuelve



Vuelve. Canción que canto con Ney, en un tema extra de su maqueta Puzzle de tres piezas que podeis descargar en la dirección a continuación.

Instrumental de Guarny.
Grabado en El último refugio.

viernes, 4 de junio de 2010

Nuestro diario

Te diriges hacia el lavabo después de revolverte brevemente entre las sábanas. Aunque sabes que vas mal de tiempo, no pareces tener prisa alguna releyendo mensajes sin importancia en tu teléfono móvil mientras orinas. Tras echar una ojeada al espejo decides que tu cara recién enjuagada es más que suficiente para afrontar este día que se avecina, y realmente, tu belleza no necesita adornos.
Pones a calentar la leche y aprovechas para cambiarte. Te pones lo primero que encuentras. Coges el bolso con las cosas ya preparadas desde ayer y de un trago te bebes la leche, ya templada.
Como cada día, el trayecto se sucede de un modo más bien automático. Encuentras tu hueco en el vagón de metro y te amoldas a él para dejar pasar el trayecto más dormida que despierta.
Entras en la facultad con la respiración acelerada, pero afortunadamente llegas a tiempo para entrar a prácticas. Saludas a tus compañeros que ya están en la puerta. Alguno se pone nervioso con tu presencia. Sabes que más de un chico te desea desde el primer día, pero te haces la tonta. Prefieres hacer como que no sabes nada para hacerlo más fácil.
La jornada en clase termina con alguna hora libre entre clase y clase. Un día más coincides en que estás a gusto con tu grupo, y tus compañeros hacen que todo sea mucho más llevadero. Cuando vas hacia casa para comer, una amiga te pide que te quedes con ella para adelantar un trabajo, y al no tener asuntos pendientes, accedes. Coméis en un restaurante chino que hay en una calle paralela a la facultad. Habláis de vuestras cosas y tras pasar un rato al terminar de comer sentadas en un banco de los jardines viendo pasar a la gente, decidís entrar en la biblioteca para hacer el trabajo.
Os despedís donde vuestros caminos se separan. El cielo ya está oscureciendo. Las farolas ya están encendidas. El metro que tomas no lleva demasiada gente, y te sientas para devorar el libro en el que ahora estás enfrascada.
Entras en casa aún con el libro en la mano. Dejas el bolso en el suelo y vas directa a la ducha. El vaho inunda con rapidez el servicio, y te quedas disfrutando un rato del agua caliente.
Te pones el pijama para estar más cómoda. La noche ya ha caído, y decides que ya has hecho suficiente por hoy. Preparas las cosas para el día siguiente mientras escuchas música del ordenador. Revisas el correo, tienes un par de conversaciones superficiales con gente que hace años que no ves y actualizas tu blog.
En la televisión no hay nada que te llame especialmente la atención, así que te tomas tu cena ligera mirando sin mucho interés un programa al azar.
Bostezas. Miras el reloj y ves que al final, sin quererlo, se te ha vuelto a hacer tarde. Dejas los platos en el fregadero y decides que ya fregarás mañana. Te lavas los dientes y te metes en la cama no sin antes asegurarte de que has dejado todo apagado y bien cerrado. Tu pecho poco a poco va regulando el ritmo de tu respiración. No tardas en caer en un sueño profundo.


No lo entiendo.
¿Es que acaso no me oyes llorar?

jueves, 6 de mayo de 2010

Bye



Decidí ponerte otro nombre
y de esa forma agruparte junto a esas otras cosas que no duelen.
Y llevarte hacia lo anónimo,
hacia la ausencia de memoria.
Quiero dejar de caer en la cárcel.
Porque
salgo entre la niebla como las noticias que llegan tarde.
Cuando la sangre cubre el asfalto y no importa disculparse,
cuando cargo a mis espaldas los pecados que cometieron tus exnovios que me impiden acercarme,
pretendo ser un Oh dae-su
y un Al Simmons.
Cargué de angustia cada trazo porque sabía que sería la última vez aquel refresco,
aquel recuerdo que se empeña en mantenerse más vivo que yo.
Sigo como un cuervo,
mantengo a flote los tesoros que un dia robé, aunque no brillen.
Me aparto lo justo para que pasen todos esos que aseguran ser felices.
A mi me esperan cicatrices.
Y claro que me rindo joder,
no quedan fuerzas.
No tengo tiempo para esto y aun me falta recoger.
Soy otro Pagliacci arrinconado en la ciudad,
tan solo tengo que escuchar como se quejan de vicio.
Y estoy cansado de seguir contando ovejas.
¿Porqué me han dado este trofeo de consolación?
A fin de cuentas,
si lo piensas en frío, lo de menos es quien seas.
El caso es que si puedes, lo volverías a hacer por ella.

domingo, 2 de mayo de 2010

Sra. Cacahuete

En proceso


Terminado

jueves, 29 de abril de 2010

miércoles, 28 de abril de 2010

Ponle tú el título

Y porqué podría ser que mis labios aun tienen este sabor a hierro,
a veneno para el mundo.
Y porqué podría ser que ni puedo dibujarte,
que ya no puedo concebirte.

Estuve a esto de ser protagonista del mejor film,
pero del cine aprendí que es mejor no recordar,
que este odio que me come acabará dando sus frutos,
que si río tan fuerte, es porque no se mentir,
que ya me borré del folio, pero no puedo morir.
Soy todo lo que he dicho a destiempo.
Soy cada frase que he borrado y descartado en el boceto.
Que podría parar el tiempo pero no retroceder,
que estoy movido por el miedo
¿no lo entiendes?
¿Cómo puede ser tan fácil relevarme a este martirio?
Duele más saber que no siempre estuvo todo perdido...

Tarde.
Así llegaron las noticias,
demasiado pronto, demasiado tarde.
Eres tan crío...
Te costará toda una vida,
pero es simple:
ella no quiere besarte.
Asique
puedes ir cambiando, ir andando otro camino,
no te engañes,
sabes cuánto duele ser su amigo.
Pero tú te has empeñado en seguirla con la vista
y seguir dejando notas bajo ramos de flores marchitas.
Parece que ya no se ser sincero en verso. Ni en prosa.
Que no me salen las palabras cuando quiero romper las reglas que me puse.
Que seguramente me lloverán las frases cuando ya no pueda decirte nada, de nuevo. Decirte menos que nada. Cuando ya no sirvan. Menos si cabe.
Y seguir arrepintiéndome por aquello que no hice. Y seguir sin hacer aquello que querría. Que no puedo. Que no me dejas. Que no me sale. Que no se. Que no quiero.

Se que estás ahí.
Pero no salgas de tu escondite.
Prefiero seguir pensando que hablo solo.
Prefiero seguir diciéndome que todo esto es culpa tuya.
Antes que demostrarme que aun puedo hacer el ridículo.

lunes, 12 de abril de 2010



Debes tener hambre.
Le funcionó a Miguel Ángel, le funcionó a Picasso, y le funciona a cientos de miles de artistas que no lo hacen por amor (aunque eso puede jugar su parte), sino para poner un plato de comida en la mesa. Si quieres interpretar el mundo, has de utilizar tus propios apetitos.
¿Acaso te sorprende?

(Cómo dibujar un cuadro (III) DK, SK)

miércoles, 7 de abril de 2010



Sin ideas.

Sin palabras.

Sin trazos.

miércoles, 31 de marzo de 2010



Algo se ha roto.
Debí centrarme en aquello que sobraba,
mis votos.
Mi boca me ha hecho pasar del punto de no retorno.
Me desvanezco.
Cierro los ojos y trato de dormir sin sueño.

sábado, 13 de marzo de 2010

Irrelevancias

Es raro.
Nunca destacaste por estar ahí. Al menos cuando yo lo necesitaba.
Tu presencia llegó a reducirse a algo similar a la de una astilla clavada dentro de una uña. Incómoda. Inevitable. Inolvidable. Indeseada.
Pero me acostumbré a vivir contigo cuando no te necesitaba.
Cuando dolías.
Y no me molestaba.

Aunque no me haya dado cuenta, ha pasado tiempo.
Hemos aprendido a lamer nuestras heridas. Por separado, por supuesto.
Aprendí a masturbarme con astillas en mis uñas, del mismo modo que aprendiste que me tenías ahí. Para cuando tú quisieras.
Y te encantaba comprobarlo.
A todos nos hace gracia ver cómo los peces boquean cuando les echamos miguitas de pan.
Y no me molestaba.

Y seguiré boqueando. Al menos de momento.
Porque todo se ha retorcido tanto... en serio.
Todo es tan distinto... y eso que todo sigue igual.
Jugaremos a mirar nuestra silueta deformada por la refracción de la luz.
Nos convenceremos de que nos separa un universo, mucho más frío y espeso que esta agua tibia.
Seguirás adueñándote de mis canciones.
Seguiré fuera de tu vida al mismo tiempo que tú no dejas de meterte en la mía.
Y no me molesta.

Quiero ver qué vendrá después.
Seguramente todo sea más simple de lo que has querido hacerlo.
Ya descubrí que no duras para siempre. Disfruta mientras puedas.
El invierno se ha alargado demasiado.
Pienso seguir cantando tus letras, porque ya no me importas. Ya son mis letras.
Y no.
No te molestaste ni una sola vez en saber qué pensaba yo de todo esto.

martes, 9 de marzo de 2010

Aun es pronto para hablar de amor (2)

Me dije:
Levanta, anda.
Imagino que alguien te echará de menos.
Si puedes, mírate a los ojos y di que estás despierto,
que no vale la pena,
que aprendimos más mirando cómo juegan esos niños con amigos,
pero solos.
No me compensa.
He mirado con envidia a aquellas nubes de tormenta
que se empeñan en seguir nevando en marzo,
y me escondo en aquel sitio
camino al mismo lugar donde se iría si estuvieras conmigo.
Donde llamo a cada cosa por su nombre
y me digo:
"quita esa sonrisa de tu cara!
No habrás creído que ahora puedes descansar..."
Porque sé que solo aprendo si me hago llorar,
porque sé dónde se esconden los reproches
y tengo que dejar de odiar a un mundo que me debe tanto...
como mínimo saber que aún queda una oportunidad,
que por triste que parezca,
sé que puedo conseguirlo.
Que por amargo que me sepa,
tengo algo que contarme, mi caída.
Que por cobarde que me sienta solo me queda esperar.

lunes, 22 de febrero de 2010

Aun es pronto para hablar de amor

Quiero ver
a través de este cristal empañado.
Se que hay tormenta fuera.
Seguramente hasta las hienas lloren.
Aun es pronto para hablar de olvido
asi que
acomódense.
Yo
tengo
tanto que contar a quien le importe...
Estoy seguro de que soplarán los vientos a mi favor en algún momento.
Aun es pronto para hablar de amor.

Y llego tarde,
y este café ya está frío.
Hoy
río como puedo para un público expectante
y observo con amargura los montones grisáceos de lo que era nieve al despertarme.
Porque no queda otra,
ni tú ni tú vais a salvarme,
antes era por amor,
ahora no dejo de odiarme,
y repasar tus trazos a diario no me ayuda,
de hecho,
tengo más curas que heridas.
Pero ya es tarde.
Estoy tan lejos de casa que he aprendido a maltratarme
con tal de no morir de hambre,
y qué diablos
es más fácil.
Tengo que darme con un canto y dedicarme a perseguirte,
pero aun es pronto para hablar de amor.
Todo a su tiempo.
Me ha costado un mundo, pero hay cena para dos.
Tendré que conformarme con quien venga a visitarme
y dar las gracias.
Dar las gracias por este dolor.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Bajo un cielo cubierto

Me revuelvo entre tus cuentos.
Tengo
miedo de acertar de nuevo.
Soy un Rock'n'rolla,
un pedazo de tu cielo,
otra especie invasora que ha crecido demasiado.
Hay
palabras que agonizan resbalando de tus labios.
Rompo,
desgarro los tejidos que pretenden separarnos.
Pido respaldo para esto,
un traguito a corazón abierto.
Quiero tenerte a pesar de todo.

Aun es pronto.
Todavía no ha salido el sol.
Quédate al abrigo del vacío que me ahoga,
permanece entre las sombras cuando pienses que tendrás calor.


Soy Trantor,
un trozo descubierto entre tantos.
Vivo la pasión de estar compuesto de pedazos
descosidos.
Inhibido por un llanto
yo sigo los caminos que me indican estos gritos destrozados.
Seré el loto en tu lago.
Seré el chacal y tu excusa
tendrá matices que no entienda
y no me importen,
tendré las mismas ganas que un recluso por la hora de la ducha.
Asi que espero,
como un globo de helio arrugado,
sin apartarme de la única salida,
haciendo bulto,
convertido en otro oculto.
He visto en otro sueño lo que sobra
y no te necesito.
Por eso
huí de allí,
porque se que no sabes volver.
Aun oigo tus ladridos al otro lado del cristal,
aunque cierre la persiana y me ahogue a diazepan,
ni el granizo ni los truenos van a hacer que me despierte.

lunes, 15 de febrero de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

Llueve (video)



Canción para la maqueta de Larpy, "Con mis propias palabras"

martes, 9 de febrero de 2010

Borrador cómic


Este es un fragmentito sin terminar del cómic que estoy haciendo con La Taberna del Escocés.

El cómic se titula "15 años para aprender a tocar la armónica" y está basado en el relato con ese mismo nombre.
También podéis visitar la web
www.latabernadelescocés.org
donde podréis ver más cómics, relatos y canciones de otros artistas de La Taberna del Escocés.

martes, 2 de febrero de 2010

martes, 26 de enero de 2010

Motivos para perseguirme

Quiero
ser el Joker de este Gámbito,
dejarme caer desde el cielo hasta el suelo,
seguir soltando mi metralla a esos muertos de hambre
y comprarme todos los números del Gordo
porque puedo.
Aunque no quiera,
tengo más dolores de muelas que dientes.
Todo se reduce a
que llevo demasiado tiempo sin llorar, sin dormir, sin finjir, sin follar,
y solo pienso en despertar...
y hacerme el muerto,
catapultarme de esta feria de risas hirientes
donde pierdo el argumento.
Tengo mis momentos
y mis putas histéricas,
pero alguien ha pensado que la audiencia pide más.
Ahora tienen a otro en mente para ocupar mi puesto.
Yo ya estaba fuera de este circo de engendros
y ellos tienen sus reservas,
pues les dí
motivos para perseguirme.
Motivos para estar atentos.

domingo, 24 de enero de 2010

Sabor derrota

Yo ya pasé de página,
pero me gusta este libro.
Hoy se cierne sobre el mundo este calor tan egoísta.
Pendo de hilos,
dependo del momento.
soy tranquilo pero apático. Me gusta estar perdiendo.
Y debo de ser víctima del sindrome de Diógenes,
si no yo no me explico porqué sigues en mi cuarto.
Hay
tiempo para todo,
pero todo se disuelve.
Hay momentos acertados;
el resto es para lamentarse.
Pude callarme a tiempo,
aunque no lo hiciera.
Yo distraigo las sonrisas que me lanzas pidiendo la hora.
Pude, pero no quise
y casi me arrepiento.
Tuve lo que pediste
pero nunca te lo dije.
Creo recordar que somos más de lo quiero,
una mota en un montón de mierda suplicando por dinero.
Decidete por otro que se ajuste a tus chorradas
y recuerda que estuviste condenada por un tiempo.


Ay...!
Tanta caricia para nada...
Llego a saberlo y no jugáis.
Yo diría que es fortuna que todo se terminara,
aunque me duela ver tus fotos.
Hay otra manera de joderme,
no aprendéis.
Me importa poco quién te folle.
Quiero quitarme de la boca este sabor a derrota.
No es por nada que tú hicieras,
solo yo me equivoqué.

miércoles, 20 de enero de 2010

sábado, 16 de enero de 2010

martes, 12 de enero de 2010

Entre jirones

Hay sorpresas que se ven venir.
Con gracia pero sin cómplices,
me registro como estrella.
Como canción sería silencio,
sin embargo,
me sentencio en cada texto,
como cada vez que hablé con ella.
Tengo que cuidarme,
colocarme ante los focos.
Salvaguardo esta sonrisa como si fuera un tesoro
entre jirones.
Me despierto de otro sueño y otro atentado
y sintiéndolo en el alma
compruebo que nada ha cambiado.
Y ya van años.
Soy
tu mejor excusa para dejarlo.
He aprendido que la nieve no es más que agua congelada
y que oculta la mierda en lugar de eliminarla.

Asi que espero que llueva.

Eres lo mejor y lo peor que me ha pasado.
Llevan prometiéndome maná desde que dije mamá
y se acerca mañana y mientras tanto amamanto hambre.
Porque apenas me sirve de nada compartir tus horas.
Caliento el ambiente con mejillas sonrojadas
por que ya me estoy cansando de seguir follando a zorras
que me gimen como locas y ni consiguen que me corra.

Y no se si puedo más.

domingo, 10 de enero de 2010

Mil puertas

Pasan sobre mí sin avisar de la tormenta,
callan como si tuvieran algo que ocultar.
Solo queda sangre entre mis venas
y la lluvia, en mis ojos, queda en forma de escarcha.
Se que tus pasos me alejan de este arcoiris.
Ya juré a tus espaldas,
ahora tengo que asumir.
Si me encierran, sonrío,
cuanto más lejos mejor,
cuantas más puertas entre nosotros,
más lejos sonará tu voz.