Lo he tirado todo.
Con la cara pegada al precioso cesped de esta colina en medio de la ciudad,
junto este penetrante olor a orín
me he dejado caer,
rodando,
para comprobar dónde puedo llegar.
Aqui, donde el frío es más frío,
pero los silencios más ruidosos,
donde me empeciné en encadenarme
con esta mezcla de musgo y óxido.
Aquí se sienta inerte, como otra más de sus estatuas cubiertas de líquenes.
Infesto,
más marchito que maldito.
Más vacío que incompleto.
No lo entiendo.
Nunca es suficientemente atrás como para empezar de cero.
La caída (1956)
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La caída se presenta con una lectura un tanto curiosa, en forma de
conversación, aunque Camus tan solo nos permite conocer una parte de la
misma,
Esta c...
Hace 12 años
Siempre me cuesta entender lo que escribes...eres raaaaaro jajaja
ResponderEliminarPero me ha gustado la última frase ^^
Nunca se nace dos veces en la misma vida.
ResponderEliminarSe te extraña con un amenazante examen de FÍSICA a la vuelta de unos días...
^^
*·*