miércoles, 28 de abril de 2010

Parece que ya no se ser sincero en verso. Ni en prosa.
Que no me salen las palabras cuando quiero romper las reglas que me puse.
Que seguramente me lloverán las frases cuando ya no pueda decirte nada, de nuevo. Decirte menos que nada. Cuando ya no sirvan. Menos si cabe.
Y seguir arrepintiéndome por aquello que no hice. Y seguir sin hacer aquello que querría. Que no puedo. Que no me dejas. Que no me sale. Que no se. Que no quiero.

Se que estás ahí.
Pero no salgas de tu escondite.
Prefiero seguir pensando que hablo solo.
Prefiero seguir diciéndome que todo esto es culpa tuya.
Antes que demostrarme que aun puedo hacer el ridículo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario