lunes, 28 de septiembre de 2009

La realidad

Trágate tu incienso.
Me quedo con
los pocos recuerdos que me faltan cuando duermo.
Es
frágil,
me queda un comodín aun.
Sentado contra el viento
tu figura se hace humo azul.
Se entiende,
depende del tiempo,
suspiro.
Sus dientes no brillarán siempre.

Y me importa más bien poco que vivas para verlo.
Hay
sombras todavía que se vuelven contra el mundo.
Quedan cuatro gotas de maná que se escurren por mis manos,
y si el daño ya está hecho,
no me queda na.
Tira de la cisterna, déjame abandonao.
Yo seguiré comiendo mierda.
Seguiré creciendo...

Hay
segundos perdidos, minutos vacíos,
una vida malgastá que me está vetá.
Hay
mucho más que tripas tras esas paredes a las que llamas piel,
y yo quiero entrar.
(y yo pienso entrar)
¿Que porqué a ti?
Porque no hay nada al azar.
Tengo suerte de sentir,
ahora quiero tu saliva.
Ya morí por fin,
llevo años intentándolo,
querias realidad y no pienso vendértela.
¿Dónde quedan esos años de misterio y sutilezas¿
¿Dónde quedan tus palabras muertas que ni tú entendías?
Querías conocerme, asi que cómetelo todo.
No apartes las moscas.

3 comentarios:

  1. No me gustan las moscas..

    Nuria.

    ResponderEliminar
  2. Y una tarde tranquila, en la ultima casa de la hilera, detras del gueto gatuno, un señor calvo hizo PUM y nunca mas se supo

    ResponderEliminar
  3. que buenooooo, me encanta tu personalidad, magico, mente conflictiva, profundo, y sutil...

    ResponderEliminar