sábado, 12 de diciembre de 2009

Círculos concéntricos. Segunda parte.

El círculo se sigue estrechando.
Estoy en la base de este cono, en la cúspide emocional del mundo.
Encima de un sentimiento codificado se desmenuzan a conciencia los infantes inquietos de nuestra presencia.
Buscamos el silencio con descuido, bajo estrellas descosidas que lentamente nos arropan y nos amparan de estas moscas que no han visto más que cadáveres, infladas hasta el extremo, con la muerte enredada en sus papilas.
Finjimos no ver el camino, cláramente marcado en esta oscuridad por farolas que no iluminan más que niebla.
Buscamos alternativas a este caos, a este orden sobrevalorado que repiten a exacta periodicidad.
La pareja se rompe. Ahora camino solo, y me alejo en línea recta. Oigo maldiciones, lamentos, y odio. Ya lo extrañaba.
Busco mi luna y ando.
Ando en círculos. Círculos tan grandes, que rápidamente pierdo de vista el centro.
Y es que solo camino recto, cuando el círculo es lo suficientemente grande.

2 comentarios:

  1. Es tan fácil como cambiar de dirección.
    Pero seguro que a ti los círculos se te vuelven pentágonos con tal de tener algo gris que escribir :P

    Nuria.

    ResponderEliminar
  2. por que no revientas ya un dia de estos ¿? asi al menos dejaba de estar a tu sombra

    ResponderEliminar