martes, 13 de julio de 2010

Orquídeas

Habrá un formato en el que encaje.
A mí,
que ya dejé de ser feliz con los detalles
y que no me basta ver cómo no me necesitas,
cómo me mueven como otro peón al que sacrificar.
Sujeto entre claveles y canales.
Con el cuerpo más cansado,
más vacio desde que opté por ignorarles.
Caminaré como caminan los perdidos
y justo antes de morir de hambre, comeré.
Comeré hasta hartarme.

Son pulsátiles
como el agua de este océano.
Siguen cayendo las orquídeas que quisieron engañarnos
y
decirnos que todo es posible es ganar tiempo.
Hasta que nada cure el daño que
han estado obligándonos a hacernos.
Dejemos atrás la orilla, nademos hasta estar
meciéndonos con monstruos que nos ven como piojos.
Donde estemos más agusto.

Sobre el fin sabré
que no estoy invitado,
que no soy bienvenido.
Tendré mi hueco,
haré mi nido,
haré mi ruido en silencio y miraré.

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